miércoles, 14 de enero de 2009

De victoria en victoria hasta la derrota final



No, este post inicial de la nueva temporada no está dedicado a Izquierda Unida. Pretendo que este artículo sea una pequeña reflexión que me han provocado dos o tres lecturas recientes y alguna peli, y la conclusión es que sí, los occidentales nos estamos volviendo gilipollas integrales.

¿Qué está pasando? ¿Tan cubiertas tenemos nuestras necesidades básicas que podemos dedicarnos a hacer el gilipollas integral? Se ponen de moda cosas tan chorras como los platos de Ferrán Adriá o las cartas de aguas en los restaurante, aparecen memeces como el Proyecto Gran Simio o el Frente de Liberación de los Enanos de Jardín. Eso sí, renegamos de todo lo que ha creado nuestra forma de vida, renegamos del conocimiento, la filosofía cristiano-romana, de nuestra identidad cultural, cambiandolo todo por una cultura del dinero.

El otro día estuve viendo la película "Enemigo a las Puertas", y se me ocurrió el escribir este artículo. La generación actual, no sabe lo que ha sido luchar y ganarse lo que tiene, evidentemente yo tampoco lo se, pues nací en 1974, pero me pregunto: ¿Cuanta gente ha entregado su vida en una lucha para conseguir todo aquello que ahora disfrutamos sin habernoslo ganado? ¿Cuantos de los jóvenes de ahora estarían dispuestos a jugarse todo lo que tienen y son? Seguramente ninguno, preferirán seguir jugando a la Play, mandando SMSs y comprando CDs en el Top Manta.

No tenemos arreglo y eso es un drama, pero el verdadero drama para nosotros es que los enemigos de Occidente, osea los nuestros, no se parecen en nada a nosotros, ellos están todo el tiempo preparados para tratar de imponernos su modo de vida, sus costumbres, su credo. Porque sí, el Islam es el enemigo de occidente.

Por un lado, todo eso de la multiculturalidad y la Alianza de Civilizaciones no son más que patochadas propias de una izquierda huerfana de ideología tras el fracaso del comunismo, que necesita algo a lo que agarrarse para justificar su propia existencia.

Por otro lado, las medidas a lo bestia de los EE.UU. no hacen más que agravar la situación, el enfrentamiento entre dos culturas, ya de por si tan diferentes, que están condenadas a enfrentarse, tal y como ha pasado innumerables veces a lo largo de la historia. Está claro que la estrategia no ha funcionado, y es complicado que cualquier gobierno occidental pueda conseguir derrotar al enemigo de Occidente, porque exigiría un plan de actuación de muchos años, mas que los cuatro que duran una legislatura en la mayor parte de los paises occidentales. Y claro, ya se sabe, que los gobernantes democráticos no tratan de gobernar para el pueblo, sino gobernar para ganar la reelección, cosa que es muy diferente.

La guerra ha empezado y a pesar de ganar las batallas, está perdia de antemano.

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