sábado, 17 de enero de 2009

Entrevista a un blogger



1. ¿Por qué creaste o ingresaste en tu blog? Por que quería ver de qué iba el rollo ese de los blogs. Pro probar, como más o menos todo a lo que me he apuntado en Internet.

2. ¿Cuántas bitácoras lees al día a parte de la tuya? Leo dos o tres, pero ojeo lo artículos de muchas, además, luego siempre pululo un rato por la red a ver que encuentro.

3. ¿Sabes lo que es un lector de rss? Si, y de hecho los uso porque son cómodos para seguir varios blogs, pero no me gustan demasiado. Para los periodicos por ejemplo, los odio.

4. ¿Has baneado alguna vez a gente de los comentarios? Sí, y es que hay gente que es realmente maleducada. Quisiera que los comentarios ofensivos fueran causados por mis maravillosos argumentos, pero más bien, creo que es porque la gente no suele ser capaz de expresar las pocas ideas que tiene de manera escrita, con órden y educación. De hecho yo muchas veces sufro del mismo problema.

5. ¿Cuál es el beneficio y cuál el perjuicio que te ocasiona este mundo de los blogs? Beneficio: Me entretengo y trato de conservar e incluso mejorar mi prosa escrita. Perjuicio: Más trabajo y sentimiento de culpabilidad cuando paso temporadas sin escribir ningún post y pienso que voy a perder los pocos lectores que pueda tener.

jueves, 15 de enero de 2009

Topónimos y Armas Políticas


Reconozco que este es un tema que me cabrea en particular. Sobretodo por la cantidad de argumentos chorras y subnormalidades que se dicen.


En mi caso, al hablar de la capital del Segre, me sale Lérida y otras Lleida, al igual que me pasa con otras ciudades, como Orense, La Coruña o Gerona. Más de una vez se ha llamado mi atención por no utilizar la forma oficial del nombre, a lo que yo siempre suelo contestar con la típica, y por otro lado de sentido común, argumentación de que si estoy hablando en castellano, digo el nombre en castellano. De la misma manera que no digo “Me voy de fin de semana a London”, entre otras cosas porque sería posible que algún amigo me dijera “Mira que eres gilipollas cuando quieres”, tampoco diría “Los mejores aceites de oliva son los de Lleida” por las mismas razones.


Santiago de Compostela es el nombre de una hermosa ciudad del noroeste de España, tanto en gallego como en castellano. Su nombre oficial está regulado por leyes. La Xunta de Galicia dispone de un nomenclátor con todos los nombres oficiales de ayuntamientos, parroquias y lugares de Galicia. ¿Por qué entonces yo me veo obligado a tener que decir Lleida cuando hablo en castellano y en los libros de texto en catalán se sigue hablando del “Camí de Sant Jaume”, o en la información del tiempo en TV3 hablan de "Terol" en lugar de Teruel?



Se utilizan los idiomas, los nombres de los lugares, los sentimientos patrióticos de la gente como armas políticas, especialmente por parte de los que necesitan dar sentido a su existencia. Pero esto no es malo del todo, siempre ha habido trileros, estafadores y timadores, lo que es malo es que la gente a pesar de verlo, prefiere mirar para otro lado, generalmente a la tele.

miércoles, 14 de enero de 2009

De victoria en victoria hasta la derrota final



No, este post inicial de la nueva temporada no está dedicado a Izquierda Unida. Pretendo que este artículo sea una pequeña reflexión que me han provocado dos o tres lecturas recientes y alguna peli, y la conclusión es que sí, los occidentales nos estamos volviendo gilipollas integrales.

¿Qué está pasando? ¿Tan cubiertas tenemos nuestras necesidades básicas que podemos dedicarnos a hacer el gilipollas integral? Se ponen de moda cosas tan chorras como los platos de Ferrán Adriá o las cartas de aguas en los restaurante, aparecen memeces como el Proyecto Gran Simio o el Frente de Liberación de los Enanos de Jardín. Eso sí, renegamos de todo lo que ha creado nuestra forma de vida, renegamos del conocimiento, la filosofía cristiano-romana, de nuestra identidad cultural, cambiandolo todo por una cultura del dinero.

El otro día estuve viendo la película "Enemigo a las Puertas", y se me ocurrió el escribir este artículo. La generación actual, no sabe lo que ha sido luchar y ganarse lo que tiene, evidentemente yo tampoco lo se, pues nací en 1974, pero me pregunto: ¿Cuanta gente ha entregado su vida en una lucha para conseguir todo aquello que ahora disfrutamos sin habernoslo ganado? ¿Cuantos de los jóvenes de ahora estarían dispuestos a jugarse todo lo que tienen y son? Seguramente ninguno, preferirán seguir jugando a la Play, mandando SMSs y comprando CDs en el Top Manta.

No tenemos arreglo y eso es un drama, pero el verdadero drama para nosotros es que los enemigos de Occidente, osea los nuestros, no se parecen en nada a nosotros, ellos están todo el tiempo preparados para tratar de imponernos su modo de vida, sus costumbres, su credo. Porque sí, el Islam es el enemigo de occidente.

Por un lado, todo eso de la multiculturalidad y la Alianza de Civilizaciones no son más que patochadas propias de una izquierda huerfana de ideología tras el fracaso del comunismo, que necesita algo a lo que agarrarse para justificar su propia existencia.

Por otro lado, las medidas a lo bestia de los EE.UU. no hacen más que agravar la situación, el enfrentamiento entre dos culturas, ya de por si tan diferentes, que están condenadas a enfrentarse, tal y como ha pasado innumerables veces a lo largo de la historia. Está claro que la estrategia no ha funcionado, y es complicado que cualquier gobierno occidental pueda conseguir derrotar al enemigo de Occidente, porque exigiría un plan de actuación de muchos años, mas que los cuatro que duran una legislatura en la mayor parte de los paises occidentales. Y claro, ya se sabe, que los gobernantes democráticos no tratan de gobernar para el pueblo, sino gobernar para ganar la reelección, cosa que es muy diferente.

La guerra ha empezado y a pesar de ganar las batallas, está perdia de antemano.