lunes, 4 de octubre de 2010

Sospechoso sospechoso: sargento, tome nota...

El pasado lunes desayunaba en casa cuando en las noticias comentaban que la O.N.U. había elegido un embajador para el universo, es decir, para atender a E.T. en el caso de que se presentara en la tierra. No me sorprende que la O.N.U. haga este tipo de tonterías, de hecho las lleva haciendo desde su creación, aunque últimamente se están superando. Llegado el momento, habría bofetadas entre los líderes mundiales para fotografiarse con E.T., empezando por nuestro querido y nunca bien ponderado José Luis, que suele ser de los que siemse apunta a una foto, porque "lo importante es la foto".


Yo estoy más cerca de la postura de Stephen Hawking en el sentido de que es un error buscar vida extraterreste inteligente. En este campo, no nos movemos dentro de las escalas terrenales de nosotros los pequeños mortales: por ejemplo: imagínese el lector que en el planeta este que acaban de descubir a 20 años luz de la tierra, que contiene agua y una gravedad aceptable para la vida del hombre apareció la vida tal y como la conocemos en la tierra a la vez que aquí, pero que su desarrollo no se vio afectado por un suceso como el terremoto de Yucatán que extinguió a los dinosaurios. Nos llevarían millones de años de desarrollo tecnológico de ventaja. Imagine el lector una diferencia de sólo 70 años por ejemplo: los panzers y los messeschmits alemanes contra los F-117 y los M1 de los EE.UU...

De todas maneras, y ya dejando la ciencia ficción a parte y retomando mi quedencia por las teorías conspiratorias: ¿no le parece al lector extraño que se nombre un embajador para el universo poco antes de que se descubra un planeta que podría albergar vida similar a la de la tierra? "Sospechoso sospechoso: sargento, tome nota..."

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