martes, 30 de mayo de 2006

¡¡Qué va a ser bueno el deporte!!

Dentro de mi línea reciente de querer ponerme en forma, ayer di un paso más, aunque más que un paso lo podríamos llamar intento de suicidio.

Como ya había explicado en algún artículo anterior, últimamente me había dado por el ejercicio físico, concretamente, por el baloncesto, único deporte en el que no soy un cenutrio total, ya que al ser más alto que la media de la gente, parece que soy un poquito bueno, cosa que me permite ocultando mi innata descordinación física, y mi serio problema fisico-espacial con mi cuerpo.


El caso es que me uní a un grupito de compañeros del curro que todos los lunes van a jugar una pachanguita, y la verdad es que no lo pasé mal del todo, en lo que a diversión se refiere, porque en el resto de los aspectos; fue una auténtica tortura:

Desde la primera carrera tuve la lengua fuera y el hígado a la altura de la campanilla, pero claro, eso es normal para una persona que lleva 10 años sin hacer el más mínimo ejercicio físico, que además fuma, bebe...

Además, al ser mi cumpleaños, durante al pertido no hizo más que sonar el móvil con llamadas de los amiuetes para felicitarme el día, y más que felicitarmelo, al enterarse de lo que estaba haciendo se reían entre frases como: "Ya no tienes edad" o "¿Tienes la crisis de los 40 a los 32?" y cosas así.

Tras el partido unos Aquarius, una ducha y a la cama a pensar en las agujetas del día siguiente. Aún así, ha valido la pena, y es muy probable que el lunes que viene repita. (A pesar del dolor absoluto que siento ahora).

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